En nuestro Colegio se fomentan valores cristianos. La Cuaresma es un período de cuarenta días de profundo significado. Este tiempo litúrgico nos prepara para la Semana Santa, en la que conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza, un momento simbólico de reflexión y renovación espiritual. En la reflexión que hemos tenido en la capilla, nos han compartido una poderosa analogía: cada uno de nosotros es como una pintura de Jesús, con colores especiales y únicos pero, con el tiempo y el uso, nos desgastamos. Es en Cuaresma donde debemos «sacarnos punta«, identificar aquellas cosas que necesitamos mejorar y trabajar en ellas, uniéndonos a Jesús.
Somos los protagonistas de la historia de Dios en el mundo, pero para pintar esta historia con claridad y vivacidad, necesitamos estar afilados y llenos de vitalidad. Es por eso que la Cuaresma se convierte en un tiempo de preparación para renovar nuestra conexión con Dios y con los demás.
Tras este periodo llega la Semana Santa y, con ella, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Es tiempo, por tanto, de compartir el dolor y el sufrimiento pero también la esperanza, alegría y la vida con aquellos que nos rodean regalando los dones que hemos recibido y coloreando la existencia con la esperanza y el amor que emanan de nuestra fe.
En el Colegio SJE queremos pintar la vida con los colores del amor y la generosidad, y prepararnos para celebrar la Pascua de Resurrección con corazones renovados y llenos de esperanza.
Agradecemos especialmente la colaboración de los sacerdotes que nos acompañaron en esta jornada tan especial. Todos los grupos, desde Educación Infantil hasta Bachillerato fueron pasando por la capilla, acompañados por sus profesores, para recibir la ceniza de manos del Rvdo. D. Ángel Román Idígoras, vicario de la zona centro de nuestra Diócesis y párroco de Nuestra Señora del Rosario, el Rvdo. D. Daniel Cayón Olivares, capellán y coadjutor de la parroquia de San Juan Evangelista, y el Rvdo. D. Gabriel Rincón Castelbón, coadjutor de Nuestra Señora del Rosario.