El pasado martes 9 de noviembre tuvo lugar la salida cultural de 2º de la ESO a la sierra de Ayllón, más en concreto, al bonito paraje del hayedo de la Pedrosa (Segovia), cerca de la localidad de Riofrío de Riaza. Fueron acompañados por sus profesores Dña. Elena Marcos, D. Enrique Sicilia y D. José Antonio Martínez-Atienza, y por un equipo de monitores especializados. Antes de llegar, nuestros alumnos hicieron una parada en lo alto del puerto de Somosierra para ser conducidos hasta un antiguo campo de batalla.
En ese lugar, el 30 de noviembre de 1808, las tropas españolas intentaron detener el acercamiento hacia Madrid de la Grande Armée francesa, dirigida por el mismo emperador Napoleón Bonaparte durante el transcurso de la Guerra de Independencia española. Los soldados de ambos bandos lucharon con gallardía y honor durante horas hasta que una inmortal carga de caballería, lanzada por los jinetes ligeros polacos, sobrepasó las cuatro baterías de cañones españoles emplazados en diferentes lugares del puerto, y provocar así la huida del ejército defensor, ante la acometida final de las más numerosas unidades de infantería napoleónicas. Las explicaciones prosiguieron en la ermita del pueblo de Somosierra, donde existe una placa y vidrieras conmemorativas de este singular episodio de nuestra Historia.
A continuación el grupo se dirigió hacia el concurrido puerto de la Quesera (al ser fiesta en Madrid capital), frontera natural entre las provincias de Guadalajara y Segovia, donde se localiza el bosque de hayas de la Pedrosa. Con una extensión en torno a 87 kms2 y en alturas comprendidas entre los 1.500 a 1.700 metros, esta masa boscosa es una de las más meridionales del mundo en esta especie caducifolia que aprovecha muy bien las ventajas de la orografía, insolación y humedad.
En su interior se encuentran árboles centenarios, arqueados o enhiestos, llenos de musgo y líquenes que recuerdan a los bosques de fantasía, pintados o descritos, en el Romanticismo del siglo XIX. Además, es en época otoñal donde el color de sus hojas cambia de tonos verdosos a dorados, rojizos y cobrizos ofreciendo al visitante un espectáculo visual de gran belleza. Por si fuera poco, nuestros alumnos disfrutaron de un tapiz nevado que ofrecía un contraste inmejorable.
La senda caminada discurrió sin incidentes por dentro del bosque aunque, eso sí, ofreció, por la pendiente, algunos momentos divertidos de compañerismo y risas entre los presentes al agarrarse al ramaje o entre ellos mismos, para estabilizar mejor sus pasos. Una vez terminada, el grupo se detuvo, para tomar el almuerzo, en un bello lugar cercano a la carretera y rodeado por las hermosas hayas.
Por último, el grupo se desplazó hacia la localidad de Riaza, donde pararon para disfrutar de unos minutos finales en un extenso parque antes de volver al Colegio.
Fue una jornada muy bonita que todos disfrutaron en un magnífico paraje natural.